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lunes, 17 de septiembre de 2012

Felipe Zuleta Lleras amenaza la libertad de expresión

En el marco de la ley antidiscriminación, el 'periodista' Felipe Zuleta Lleras demandó al monseñor Córdoba por unas declaraciones homófobas.

Ahora Zuleta se está pavoneando porque un fiscal decidió hacerle caso su fascistoide denuncia y vinculó al purpurado al proceso:

lunes, 10 de septiembre de 2012

Más víctimas de la ley antirracismo

En su condición de ser la imagen de Pacific Leather 2012, la modelo Luisa María Montaño ha aparecido en varios medios de comunicación haciendo eso, su trabajo, promover esa feria del cuero.

Pero la señora Montaño tuvo un problema cuando fue a Red Sonora, una emisora local. ¿Y qué hizo? Denunciar por racismo:

domingo, 27 de mayo de 2012

Los padres de familia me la sudan

En más veces de las que puedo contar he repetido hasta la saciedad que la base de la sociedad no es la familia. Somos los individuos, que votamos, revocamos mandatos y asumimos responsabilidad por nuestros actos.

Sin embargo, esa falacia de construir sociedades sobre las familias le ha permitido a los religiosos seguir promoviendo la discriminación y ponerla al servicio de sus prejuicios.

Así lo vinieron a descubrir esta semana en la revista Arcadia:

viernes, 27 de abril de 2012

Lo que respeto y lo que no respeto

De esto ya existe un artículo escrito, pero para hacerlo más gráfico:


miércoles, 18 de abril de 2012

Inquisición en Colombia

A menudo, las personas me dicen que me tomo lo del laicismo muy a pecho, que los servidores públicos tienen derecho a tener una religión (algo que yo no he negado), que soy intransigente (sí, cuando se trata de los servidores públicos cumpliendo la Constitución, lo soy), que soy un exagerado, que no corro peligro por no creer y otros tantos argumentos para que deje de denfeder la estricta separación entre el Estado y la superstición.

Bueno, pues se equivocan. Sí puedo ser perseguido y enfrentar injustamente un proceso penal por el simple hecho de no creerme la estupidez de un zombie judío y por despreciar las consecuencias del cristianismo. Ya le pasó a dos jóvenes en Santa Marta:

sábado, 10 de diciembre de 2011

500 azotes para un australiano por blasfemar

Esto va a poner en aprietos a los relativista culturales.

Resulta que para los multi-culti, cada quién debe ser juzgado según las reglas de su grupo étnico (cuáles derechos humanos universales, ni igualdad ante la ley, esto es lo que está de moda). De esta forma, se han visto a sí mismos muy cómodos defendiendo salvajadas barbáricas y atroces de incivilizadas culturas que añoran el medioevo. A ver qué piensan del australiano que fue condeando en Arabia Saudita a 500 latigazos y un año de cárcel:

lunes, 21 de noviembre de 2011

Entrevista a Aliaa Magda Elmahdy

¿Recuerdan a Aliaa Magda Elmahdy, la blogger atea que es perseguida por el régimen egipcio por subir fotos suyas desnuda para desafiar al islam?

Pues bien. CNN le hizo una entrevista que traduje y reproduzco:

domingo, 20 de noviembre de 2011

Admiro y apoyo incondicionalmente a Aliaa Magda Elmahdy

Para los que todavía se tragan el cuento de la Primavera Árabe, a lo mejor quieran mirar de nuevo.

En Egipto, la estudiante, atea y blogger Aliaa Magda Elmahdy está siendo perseguida legalmente por desnudarse como grito de protesta contra el totalitarismo islámico. Con su valentía, y en medio de las fotos, se encuentra esta respuesta de Aliaa a los islamofascistas:

martes, 16 de agosto de 2011

¡¡A blasfemar y blasfemar como si el mundo se fuera a acabar!!

Hay días en que ser occidental puede ser una carga, una molestia y una pesadilla. Hoy no es uno de esos días.

Como Austin Dacey nos cuenta, en Naciones Unidas acaban de aprobar un documento vinculante que permite la blasfemia como el legítimo ejercicio de libertad de expresión que es:

viernes, 8 de julio de 2011

El Derecho a la Estupidez

No, no estoy hablando de la Segunda Enmienda de la Constitución de los EEUU. Si bien, también está consagrado ahí, quiero recomendar la columna de Catalina Ruiz-Navarro titulada La Estupidez también es un Derecho, y que versa sobre el pobre Nicolás Castro, un estudiante a quien le abrieron una investigación penal por comprometerse a matar al hijo del entonces tristemente célebre presidente Uribe; proceso en el cual hay una prueba que a mi parecer resulta ilegal, pues fue fruto de las interceptaciones ilegales del DAS, en su caza de brujas contra todos los que no le hiciéramos la venia al corrupto y criptofascista gobierno de Uribe.

Me pareció genial este párrafo con que termina su reflexión sobre este atentado contra la libertad de expresión y de opinión -características propias del gobierno de ese intento de capataz que es Uribe-:

lunes, 20 de junio de 2011

Por los Prisioneros Políticos en Irán

jueves, 19 de mayo de 2011

En México quieren censurar narcocorridos

He explicado hasta el hartazgo que los mensajes que consideramos erróneos, inadecuados, malos, pervertidos, molestos, inoportunos, incómodos y perjudiciales no deben ser censurados.

Primero, porque atenta contra la libertad de expresión, que se le debe respetar a todos los individuos de la sociedad: desde los estúpidos neonazis hasta los estúpidos neoestalinistas.

Segundo, porque los seres humanos tenemos un órgano muy importante llamado cerebro que nos capacita para la recepción crítica y en razón del cual no nos tragamos todo lo que nos dicen.

martes, 1 de febrero de 2011

Colombia, Banana Republic: Día Sin Carro y Límite al Derecho a Pensar

Hace algunos años, un alcalducho de Bogotá conjugó su odio por los carros, su lucrativo negocio de Transporte Público -ávido y ávido de usuarios- y su afición por los toques de queda para decretar en la ciudad el Día Sin Carro, el primer jueves de cada Febrero. Once años después, la medida sigue en pie. Y lo que es peor: Enrique Peñalosa, su progenitor, es candidato a la Alcaldía y cuenta con el apoyo de ese otro amigo de los toques de queda, payaso y camarada suyo, Antanas Mockus.

Por si fuera poco, el procurador, Alejandro Ordóñez, ese tinterillo con diploma que no entiende de separación entre la Iglesia y el Estado, ahora asegura que la ¡libertad de pensamiento tiene límites!:
Dentro de un orden democrático y justo no existen, ni pueden existir, derechos o principios absolutos, por lo que las libertades de pensamiento y de expresión sí pueden tener límites o restricciones.

Así lo indicó el procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez Maldonado

jueves, 20 de enero de 2011

Abolir la libertad religiosa



El autor de esta propuesta es un profesor de Filosofía de la Universidad de St. Mary llamado Mark Mercer, un defensor de los derechos civiles, quien considera que la libertad de culto sobra — su argumentación es contundente:


No hay necesidad de contar entre las libertades civiles, la libertad de culto por separado.

Un sistema cultural y legal que respete la libertad de expresión, la libertad de asociación y reunión y la libertad de opinión y conciencia, y que no interfiere con lo que hacen las personas mientras no haga daño a terceros, necesariamente será un sistema cultural y legal en el que las personas son libres de adorar cualquier cosa que se les ocurra.

Sin embargo, extrañamente, la libertad de expresión y otros libertades civiles básicas -"básicas" en el entendido de que no se derivan de otras-, son objeto de ataques desde varios sectores y la gente invoca la libertad religiosa para defender la excepción a la ley, y las cortes los están escuchando.

Los juzgados han dictaminado que los judíos ortodoxos que viven en edificios colectivos, pueden hacer uso de las terrazas comunes para erigir una sucá, una pequeña cabaña usada durante la festividad conocida como Sucot. Sin embargo, otros residentes deben ajustarse a la regla que se han fijado a sí mismos, prohibiendo erigir estructuras en las áreas comunes.

Las cortes han establecido que los niños sikhs pueden llevar pequeñas dagas, los kirpans, a la escuela. Los demás estudiantes no pueden cargar pequeñas dagas.

Las musulmanas pueden usar el velo mientras testifican en las cortes, mientras su creencia religiosa sea lo suficientemente sincera, pero ningún hombre ni no-musulmán puede taparse la cara al testificar.

Ciertamente, no siempre las cortes u otras autoridades eximen a las personas religiosas de las reglas. Rara vez se exime a las organizaciones católicas de la legislación laboral, por ejemplo.

La posibilidad de obtener una exención aumenta cuando la práctica es parte de una religión minoritaria. La Corte Suprema ha dictaminado que los huteritas de Alberta que desean conducir en la vía pública deben, como todos los demás residentes de Alberta, tener su foto en su licencia de conducción aunque los huteritas dicen que este requisito contraviene algo en su religión.

El presidente de uno de los principales grupos de derechos civiles de Canadá ha criticado esa decisión como inconsistente con decisiones pasadas, incluyendo las primeras dos que mencioné arriba, como también inconsistente con la garantía de libertad religiosa en la Carta de Derechos y Libertades.

¡Qué lamentable que un defensor de los derechos civiles tome esa postura!

Uno pensaría que la libertad es para todos nosotros, y no simplemente para los que pretenden un estatus especial. La posición correcta que debería adoptar un defensor de los derechos civiles es la de insistir en que las leyes se nos aplican a todos por igual y que las leyes no deben decirnos lo que debemos hacer a menos que se perciba un serio perjuicio.

Desde la perspectiva de las libertades civiles, lo que hay que hacer es preguntar si los estudiantes que cargan cuchillos enfundados en su ropa suponen un peligro para sus compañeros de clase o demás personas. Si no, entonces las reglas que les prohíben portar cuchillos son ilegítimas y cualquier alumno que quiera cargar uno, puede hacerlo, sin importar si es por razones religiosas o no.

Si las regulaciones de los edificios que prohíben estructuras en áreas comunes son ilegítimas cuando se trata de sucás, entonces son ilegítimas cuando se trata de cualquier cosa que un residente quiera construir ahí.

Si el requerimiento de las fotografías en los carnets de conducir no tienen un buen propósito, entonces nadie tiene que poner su foto en su licencia.

Si usar el velo no obstruye la justicia, entonces cualquiera puede usarlo.

El punto es que todos nosotros tenemos nuestros propios motivos para querer hacer lo que sea que queremos hacer. Darle algún estatus especial a las razones religiosas, como si tuvieran más peso que las demás, viola nuestra igualdad como ciudadanos.

¿Por qué hay, tanto oficialmente como en la vida cotidiana, esta consideración con la religión y las sensibilidades religiosas? La deferencia con la religión está ligada, por supuesto, al compromiso con el acomodamiento multicultural, especialmente cuando se trata de religiones minoritarias o exóticas.

Como dijo la Magistrada Louise Charron, el argumento en contra de que los niños sikhs lleven kirpans "es irrespetuoso para los creyentes del sijismo y no toma en cuenta los valores canadienses basados en el multiculturalismo... Si algunos estudiantes consideran injusto que Gurbaj Singh pueda cargar su kirpan al colegio mientras a ellos no se les permite llevar cuchillos, le corresponde a los colegios de cumplir con su obligación de inculcar en sus estudiantes este valor que está... en la base misma de nuestra democracia".

Lo que hay que dejar claro es qué tan equivocadas y feas, de hecho son estas opiniones en cabeza de alguien que protege la igualdad y las libertades civiles.

Dejemos de lado el hecho de que no es asunto del gobierno si somos irrespetuosos con la religión de los demás, tal como fue el llamado de la Magistrada Charron a los colegios a indoctrinar a los niños. Primero tenemos el espectro amenazador de agentes del Estado interrogándonos sobre nuestras creencias con el fin de etiquetarnos correctamente.

En segundo lugar, los líderes religiosos casi nunca tienen legitimidad democrática y aún así sus puntos de vista serán buscados por el Estado como los más auténticos y definitorios de la comunidad.

En tercer lugar, y más importante, mientras los defensores de los derechos civiles nos preocupamos por nosotros como individuos y por crearnos espacios en los que como individuos (a menudo, por supuesto, como miembros de grupos) podamos imaginar y perseguir lo que consideremos bueno, la complacencia con la religión es una actitud que nos pone en primer lugar como miembros de algún grupo sin importarle de a mucho nuestra igualdad social y política como individuos.

La postura de los derechos civiles grupales equivale a una traición de la igualdad liberal y las libertades civiles. Una persona que uno esperaría que estuviera en contra de las corrientes no liberales del multiculturalismo parece, en cambio, ser un agente voluntarioso de estas.