Hace un mes reportaba sobre el sesgo ideológico anticientífico de El Espectador, y esperaba que pasara más tiempo antes de que volvieran a publicar una nota que tergiversa la evidencia y los hallazgos.
Tristemente, no fue así, ya que acaban de publicar sobre un supuesto vínculo entre el omega-3 y el cáncer de próstata: