En un estudio publicado en la edición de junio de la revista científica Nature Biotechnology, expertos en transgénicos de las tres principales instituciones públicas francesas de investigación critican fuertemente a su gobierno anterior, y a otros seis gobiernos europeos, por falsificar datos científicos burdamente para "justificar" su prohibición de cultivos transgénicos, políticamente motivada.
Los que insisten en que la ayuda de la OTAN a Libia para deshacerse del dictador Muamar Gadafi fue por el petróleo, ciertamente tienen que explicar estos hechos incómodos para su versión, que recuerda Mauricio-José Schwarz y que tienen sentido si el ataque a las fuerzas de Gadafi fue hecho para proteger a la población civil:
En una nota de El Espectador titulada La segunda era de los transgénicos, Angélica María Cuevas arremete contra tres avances biotecnológicos recientes. Me veo en la penosa obligación de enmendarle la plana.
En primer lugar, Cuevas se va contra el supersalmón de AquaBounty: