• El Gobierno le dio una prima a los zánganos por
ocho millones de pesos mensuales, reponiendo lo que el
Consejo de Estado sentenció que no merecen (la excusa del Gobierno es que detuvo una
avalancha de demandas, porque los 'prohombres' de la patria son capaces de secuestrar a la Nación con tal de recuperar su calderilla, y hay por ahí un
blogger que les da más
munición falaz). Con eso consiguió que
aprobaran de inmediato la
deforma a la salud (a pesar de que
Juan Fernando Cristo, presidente del Congreso, decía que la
traba legislativa no se debía a las 'bajas' salariales - no, seguro que no, señor Cristo). No sé si por ignorancia, populismo o un poco de ambas, el vicepresidente
Angelino Garzón pidió un aumento similar para el salario mínimo (lo que se traduciría en una pérdida del poder adquisitivo; esto lo sabe cualquier persona que haya tenido un remoto interés medianamente pasajero por la economía). Los pocos congresistas semidecentes que rechazaron el soborno del Gobierno fueron
criticados por los que vendieron sus votos. Hay
14 congresistas que recibieron dinero de las EPSs. Entre las perlas de la reforma, se quiere resolver la falta de especialistas con
titulaciones a granel.