Aunque nadie ha podido definir la meditación con exactitud, y la meditación real es completamente indistinguible de la meditación falsa o actuada, la práctica goza de un gran número de seguidores, aún a pesar de que puede ser perjudicial para la salud.
Ahora, el profesor de psicología de Harvard Adam Grant ha escrito una columna de opinión pidiendo acabar con la locura de la meditación y expone los siguientes motivos: