Me cansé de poner las noticias de mala prensa colombiana en la sección Colombia, Banana Republic: los títulos quedaban muy largos, la tendencia puede estar en varios otros países (aunque eso no la hace menos República Bananera) y por si fuera poco, parece que no pasa un mes sin que hagan el ridículo en sus propias páginas.
Y eso último pasa con El Tiempo. Después de hacerle publicidad al charlatán de Gonzalo Gallo parece que no quedaron satisfechos y ahora promueven el Acro Yoga.
Lo peor de todo, es que pensé que esta vez iba a ser diferente.
Ya iba llegando al final del artículo, sin que hubieran mencionado una sola vez la espiritualidad, los chakras, el Ki o quién sabe qué cuando me crucé con este párrafo:
No pasa una vez en que se promueva una práctica que físicamente es sana sin que metan la dichosa energía o alguna de esas fuerzas imposibles de medir pero que están ahí.
Y como que están dedicados al Yoga en El Tiempo.
Y eso último pasa con El Tiempo. Después de hacerle publicidad al charlatán de Gonzalo Gallo parece que no quedaron satisfechos y ahora promueven el Acro Yoga.
Lo peor de todo, es que pensé que esta vez iba a ser diferente.
Ya iba llegando al final del artículo, sin que hubieran mencionado una sola vez la espiritualidad, los chakras, el Ki o quién sabe qué cuando me crucé con este párrafo:
¿Cuáles son los beneficios?
Los vuelos terapéuticos son una oportunidad de dar y recibir un masaje que sana el cuerpo y mueve la energía interiormente, mientras que los vuelos acrobáticos son una oportunidad de jugar con el otro y entrenar los músculos del abdomen. Los dos ayudan a abrir y a conocer mejor nuestro cuerpo, a tener autoconfianza y comunicación en equipo, y a soltar el control.
No pasa una vez en que se promueva una práctica que físicamente es sana sin que metan la dichosa energía o alguna de esas fuerzas imposibles de medir pero que están ahí.
Y como que están dedicados al Yoga en El Tiempo.