Una de las desgracias de vivir en una republiqueta bananera, como Colombia, es que constantemente uno se encuentra con estupideces de todos los tamaños.
Las peores son cuando se perpetúa la discriminación y el órgano encargado de aplicar y defender una Constitución incluyente, no lo hace y además se lava las manos:
Las peores son cuando se perpetúa la discriminación y el órgano encargado de aplicar y defender una Constitución incluyente, no lo hace y además se lava las manos: