El hambre voraz de votos de Enrique Peñalosa no conoce límites. Después de haberse aliado con el peor y más corrupto presidente de la historia del país -Álvaro Uribe Vélez-, busca cualquier tipo de apoyo, de quien sea. Incluso es capaz de recurrir a tácticas legales.
Pero hay veces que no, como cuando llamó a la guerrilla a que invadiera los clubes o cuando busca el apoyo cristiano:
Pero hay veces que no, como cuando llamó a la guerrilla a que invadiera los clubes o cuando busca el apoyo cristiano: