Creo que lo único más dolorosamente ridículo de leer a un conservador tratando de defender la superstición, es cuando viene un liberal a intentar hacerlo.
No sé si habrán pactado a ver quién incurre en más falacias, pero lo cierto es que se dan parejo. Por ejemplo la columna de esta semana de Catalina Ruiz-Navarro es una oda al despropósito, en el que dice que las imposturas de la Iglesia Católica realmente se tratan de mala fama:
No sé si habrán pactado a ver quién incurre en más falacias, pero lo cierto es que se dan parejo. Por ejemplo la columna de esta semana de Catalina Ruiz-Navarro es una oda al despropósito, en el que dice que las imposturas de la Iglesia Católica realmente se tratan de mala fama: