jueves, 5 de abril de 2012

El despilfarro de Antioquia

Mientras que la gobernación de Antioquia paga miles de millones de pesos para la reconstrucción de un templo a la ignorancia, sus ciudadanos deberían saber que esta práctica de desperdiciar el dinero de los contribuyentes es algo común y corriente en todo el departamento.

Ahora resulta que la Contraloría departamental pretende combatir el estrés de sus funcionarios con pseudociencia, mientras que en el Concejo de Medellín se dan la buena vida:

Cremas para evitar el estrés, instalaciones para realizar aroma-terapia, Jacuzzi para hidro-terapia y algunas otras “especificaciones técnicas”, figuran en el pliego de contratación publicado por la Contraloría General de Antioquia, cuya convocatoria inició el 27 de marzo y terminó un día después.

Lo paradójico es que mientras alcaldes y funcionarios se quejan porque en Antioquia no hay suficientes examinadores de cuenta para investigar a los corruptos, la entidad privilegia el bienestar de sus funcionarios.

La contralora Luz Elena Arango, justificó este contrato y dijo que los tratamientos están priorizados en el programa de bienestar laboral de la entidad.

Bajo el sistema de de mínima cuantía, la contraloría de Antioquia celebrará un contrato por siete millones de pesos con un SPA que le garantice tratamiento anti-estrés, a través de masajes corporales a sus funcionarios y por eso exigen personal para realizar exfoliaciones corporales, contar con los masajes de hidroterapia, jacuzzi, musicoterapia y aromaterapia. La adjudicación de mínima cuantía se realizaría el diez de abril de este año.

Mientras que en el Concejo de Medellín, se hicieron dos contratos de alimentación para los corporados que incluyen Langostinos, camarones y founde de quesos maduros para los almuerzos y cenas de los concejales, además varias marcas de mecatos, jamón, arequipe, dos tipos de manzanas e higos para dotar la nevera de la mesa directiva.

Ohh, así que los tratamientos están priorizados en el programa de bienestar laboral de la entidad. Y si es tanta prioridad, ¿por qué no contratan servicios de tratamientos que funcionen, de hecho? ¿por qué limitarse a los placebos? Supongo que la prioridad está en a quién se contrata y no en lo que se contrata.

En cuanto al Concejo de Medellín, para eso fue que se hicieron elegir: para gastar y gastar la plata que no es de ellos, en lujos para ellos. ¿Para qué más se iba a lanzar alguien, para comer papas, arroz y carne y tener esa odiosa dieta de ciudadano del común?

(dato: Pirituyo)

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