No he vivido mucho tiempo en otros países como para saber con qué frecuencia, en la escena nacional, ocurre una estupidez que todos salen a aplaudir, para luego cogerse de las manos y celebrar.
Pero sí lo he hecho lo suficiente aquí en Colombia, y aunque uno pensaría que me he acostumbrado, resulta que no. La constancia con que se suceden los sinsentidos en este país es increíblemente rápida.
Por ejemplo, ahora quieren hacer un Día Nacional sin Licor:
Pero sí lo he hecho lo suficiente aquí en Colombia, y aunque uno pensaría que me he acostumbrado, resulta que no. La constancia con que se suceden los sinsentidos en este país es increíblemente rápida.
Por ejemplo, ahora quieren hacer un Día Nacional sin Licor: