jueves, 7 de junio de 2012

Creer en dios no te hace buena persona

Contrario a las afirmaciones religiosas, estoy plenamente convencido de que la creencia en cualquier ente sobrenatural, en vez de hacer mejores a las personas, las vuelve más peligrosas.

Ahora, con la noticia del caníbal de Miami, Rudy Eugene, su madre y su novia, han salido a defenderlo. Y resulta que el caníbal era una perita en dulce, una mansa paloma, que no le habría hecho daño a nadie, porque al parecer era muy devoto:

Los peligrosos dogmas de Deepak Chopra

Deepak Chopra es quizá la figura que más encarne el pensamiento mágico, el embuste, la charlatanería y la falta de escrúpulos que campan a sus anchas por el mundo magufo.

Ahora he leído un poderoso artículo escrito por Phil Molé en 1998, en donde desmonta unas cuantas de las majaderías choprianas, desde su completa ignorancia en física, hasta sus afirmaciones de que el Universo conspira a nuestro favor y que el agua tiene memoria. Si tienen algo de tiempo, no se lo pierdan:

¿Qué es la objetificación, en todo caso?

En los temas que tienen que ver con sexismo, usualmente se ha recurrido a la acusación de objetificar al otro, usualmente a las mujeres. El asqueroso y pacato puritanismo religioso ha devenido en eso y a pesar de que esa cosmovisión reduce a las mujeres a simples fábricas de bebés, son ellos los que se rasgan las vestiduras y acusan de objetificar.

Pues Jennifer Wilson se ha fajado con un artículo sobre la objetificación y resulta que el reduccionismo supersticioso oculta una verdad más profunda - son ellos los que tratan como objetos a los demás:

Kudos para Petro

Muchas son las veces que he criticado a Gustavo Petro y por muchas razones. Por eso me parece que cuando hace algo bien, también debo reconocerlo.

Y acaba de hacer algo bien - la administración de Petro anunció que va a reducir el Pico y Placa:

Cuando Jehová guía tu vida...



... no llegas a ningún lado.

miércoles, 6 de junio de 2012

Más papás dispuestos a dejar morir a sus hijos

Cuando vi Derecho de Familia, mi profesor se lamentaba de que el ser humano fuera el único animal que necesitara de reglas escritas y convertidas en leyes para obligarlo a cuidar a sus hijos y otros descendientes.

Se le pasaba al profesor que sólo los humanos son susceptibles ante esas adictivas filosofías de adoración a la muerte llamadas religión. Así, tenemos que de no ser por un juez, unos testigos de Jehová en Australia habrían dejado morir a su hija:

No creyentes que no son ateos

Uno de los principales objetivos en los que estamos trabajando en la Asociación de Ateos y Agnósticos de Bogotá (AAAB) es en la desestigmatización del ateísmo. En el imaginario colectivo existen muchos prejuicios nocivos y rotundamente falsos sobre nosotros, los ateos.

El estigma es tan fuerte que muchos no-creyentes se niegan a identificarse con la palabra ateo o atea, lo que desde mi punto de vista, refuerza el estigma. Ahora Dave Niose ha escrito un excelente artículo refiriéndose precisamente a esta circunstancia:

La religión cargo

Hace unos años, discutiendo de religión, un primo me contó sobre la religión cargo. Es un conjunto de creencias de los nativos de las islas Vanuatu en el Pacífico Sur que adoran el envío de cargamentos de munición y provisiones que, durante la Segunda Guerra Mundial, hacían los aviones estadounidenses sobre su isla.

Ahora, Javier Sanz nos relata el asunto con más detalle en el siempre fantástico sitio de Historias de la Historia:

Más sobre por qué Carolina Botero se equivoca

Hace unos días, Carolina Botero, cabeza visible de RedPaTodos y columnista de El Espectador, aprovechó su tribuna para irse lanza en ristre contra la ciencia, atacando la presa favorita de los luditas - los transgénicos. Yo la critiqué por su artículo y lamentable respuesta a mis críticas por Twitter.

Ahora Alejandro Chaparro, lector de El Espectador, les envió esta carta, corrigiendo la desinformación e ignorancia en las que se ahoga la columna:

Policía del pensamiento



martes, 5 de junio de 2012

Estamos en Junio del 2012

La imagen de este mes del Calendario de Fotos de Revolucionarias Desnudas es la de la profesora de inglés y traductora Luisa Batista:

Niños, ¡tengan miedo y quédense en casa!

Yo no sé por qué, pero a mí me parece que lo normal y deseable sería educar a los niños de tal forma que sepan que pueden salir de la casa a la hora que quieran y garantizar que nada les va a pasar.

En Villavicencio piensan al revés - el Estado no está para proteger a los niños, sino para inculcarles que vivan con miedo y que el propio Estado es tan absolutamente inepto, que es incapaz -o no se le da la gana- protegerlos, así que solucionan todo como siempre se ha hecho acá, amputando libertad:

La fe no te capacita para manejar serpientes

Hay un capítulo de la Biblia que dice que el crédulo podrá manejar serpientes. Así como cuando uno juega con hámsters, o cachorros, los analfabetos pastores de cabras de hace más de dos milenios creían que había alguna cantidad de fe suficiente para garantizar que una persona ordinaria adiestrara a estos reptiles mejor que lord Voldemort.

Y resulta que ahora esta estupidez se ha cargado otra vida, y hay un serio agravante en este caso particular:

Comer orgánico te hace antisocial

En las escasas ocasiones que he tenido la oportunidad de debatir con veganos y defensores de "lo natural", he notado cierto aire de superioridad moral en su forma de expresarse. Muy a lo cristiano.

Ahora resulta que no era mi percepción, sino que realmente este tipo de actitudes se han visto asociadas con el consumo de comida orgánica, como lo pone de manifiesto un estudio publicado en Social Psychological and Personality Science:

Así funcionan el aura y los curanderos

Gran parte del éxito del que gozan los vendedores de humo se debe a cómo se sienten sus víctimas durante la consulta, ya que muchos de ellos sienten alguna especie de conexión, como si de la nada el estafador supiera cómo se sienten y conectara enigmáticamente con ellos.

Bueno, pues ya la ciencia ha conseguido explicar por qué pasa esto. Resulta que estos magufos tienen una condición que altera su percepción de la realidad, permitiéndoles adornarla y sentir empatía. Ni conexiones con nadie, ni espíritus, ni nada: