Desde que Alejandro Ordóñez ha estado al frente de la Procuraduría General de la Nación, la entidad, que existe para velar por los Derechos Humanos, se convirtió en un tribunal de la Inquisición —de hecho, ¡¡Alejandro Ordóñez ni siquiera cree en el concepto de derechos humanos!!—. (En De Avanzada he recopilado una buena cantidad de las fechorías de Ordóñez.)
Al terminar su primer período, la Corte Suprema de Justicia lo postuló para un segundo período, lo que se sumó a un montón de despropósitos ya que, en ese momento, la Corte estaba estudiando una denuncia contra Ordóñez. Para completar, los congresistas eligieron a Ordóñez de una terna incompleta, así que la elección fue demandada ante el Consejo de Estado.
Pues parece que el 20 de enero el Consejo de Estado dictará sentencia y, aunque no conocemos la ponencia, la decisión correcta debería ser anular la reelección de Ordóñez. Con esto en mente, y creyendo que el Consejo de Estado hará lo correcto, la ONG Parceros decidió invitar a una fiesta de despedida, con el hashtag #ChaoProcu: