En febrero, la Asociación de Ateos de Pereira conmemoró el asesinato de Giordano Bruno a manos de la Inquisición repartiendo volantes en la Plaza de Bolívar de la ciudad, haciendo pedagogía histórica — en varios momentos la actividad se vio interrumpida porque los agentes del CAI móvil de la Policía asignado al parque decidieron desperdiciar su tiempo acosando a los activistas: en tres oportunidades se les acercaron a decirles que lo que hacían era "muy escandaloso" y que el Comandante los estaba llamando muy molesto; también dijeron ir por parte de la Alcaldía.
Ante la negativa de renunciar a la actividad, los Policías respondieron con intimidación, una supervisión constante y abusando de sus puestos con frases completamente ridículas, del calibre de "Es que yo soy la autoridad acá".
La semana pasada, el concejal Carlos Alfredo Crosthwaite Ferro (Polo Democrático), durante la plenaria del Concejo, cuestionó la reprochable actitud de la Policía: