Por regla general, lo ético es no adoctrinar a los menores de edad en ninguna religión y dejarlos que decidan una vez cumplan la mayoría de edad y después de que les hayan expuesto en igualdad de condiciones todas las religiones. Por supuesto, a los religionistas no les gusta la idea de jugar en igualdad de condiciones y tener que convencer a mentes con elementos de juicio cuando pueden simplemente adoctrinar desde pequeños — es el más asqueroso reclutamiento infantil.
Lamentablemente ocurre con bastante frecuencia. Incluso, la gran mayoría de colegios públicos en Colombia adoctrinan en el cristianismo, a pesar de que por ser entidades públicas deberían cumplir con el mandato del laicismo.
Ahora, en Garzón (Huila) el profesor de Filosofía, Miguel Lorenzo Trujillo Navia, está recibiendo amor cristiano a raudales porque hace bien su trabajo y des-abusa a los niños del adoctrinamiento, todo mediante la duda y el razonamiento crítico — los padres de familia están furiosos porque sus hijos están aprendiendo a pensar: