En Kien y Ke nos cuentan la historia de Tatiana Vertani, a quien presentan como alguien que se salió del 'sistema' (?) y que vive en armonía con la madre Tierra, o lo que sea; hasta que uno se encuentra los horribles detalles de esta historia:
A finales del 2012, 31 personas de cinco estados fueron internadas por un brote de E. coli en productos orgánicos, que todavía no me explico por que no están estrictamente regulados:
La compañía Sunland está certificada para vender productos que llaman arrogantemente 'orgánicos', lo que significa que su consumo debería ser sano.
Sin embargo, les tocó retirar del mercado una serie de sus productos cuando 29 personas a través de más de 18 estados reportaron síntomas de salmonella tras ingerir sus productos:
En las escasas ocasiones que he tenido la oportunidad de debatir con veganos y defensores de "lo natural", he notado cierto aire de superioridad moral en su forma de expresarse. Muy a lo cristiano.