Al parecer, al alcalde Gustavo Petro le quedaron gustando los ejercicios contra la libertad.
Todos aquellos que han criticado el celo con el que defiendo las libertades individuales me han dicho que esa manía no llegaría a niveles (más) estúpidos.
Pues es hora de que se traguen sus palabras:
Todos aquellos que han criticado el celo con el que defiendo las libertades individuales me han dicho que esa manía no llegaría a niveles (más) estúpidos.
Pues es hora de que se traguen sus palabras: