Este comentario apareció en el Farm Weekly de Australia del siete de febrero.
Felicidades a Colin Bettles en una excelente descripción del discurso del exactivista antitransgénico Mark Lynas en la Conferencia Agrícola de Oxford a principios de enero (el debate transgénico ha terminado: científico). Sí, el debate sobre los transgénicos debería haber terminado, pero eso presupone que el actual grupo de activistas antitransgénicos tendría la honestidad intelectual para hacer lo que hizo Mark Lynas y realmente leer y tratar de entender el muy respetado volumen de evidencia científica que muestra que los cultivos transgénicos son seguros y efectivos. Por desgracia, la mayoría son ideólogos de mente cerrada que obtienen sus "conocimientos" de sitios web que o bien publican ciencia defectuosa o flagrantemente distorsionan la verdad. Consideremos el caso más reciente que ha surgido:
Los virus de plantas son una parte normal de la dieta humana, menos de un uno por ciento de ellas son perjudiciales para la planta, y el Virus del Mosaico de la Coliflor (CaMV) ocurre en aproximadamente el 10 por ciento de todos los cultivos del género Brassica tales como coles, coliflores y coles de Bruselas. Las Brassicas han existido por muchos siglos y hay una larga historia de seguridad a medida que seguimos comiendo nuestros vegetales diarios. Los científicos han utilizado una secuencia de la CaMV como un promotor (P35S) o interruptor genético para activar los genes de los cultivos transgénicos, y esto se remonta a unos 25 años. El reputado virólogo suizo Thomas Hohn ha estimado que consumimos por lo menos 1000 veces más el promotor 35S de la infección del virus natural en coles y coliflores convencionales de lo que lo hacemos al comer una planta transgénica. Así que, ¿por qué la nueva campaña de terror?
Esto es lo que pasó. Científicos de la European Food Safety Authority hicieron un estudio por computador para examinar la superposición entre el promotor P35S y una secuencia de CaMV llamado Gene VI, que codifica para una proteína multifuncional que se ha observado que en algunos casos causa rasgos tales como clorosis de las hojas, retraso en el crecimiento de la planta, y floración tardía - los rasgos que conducirían a que un cultivo fuera descartado por razones de productividad. Ellos encontraron lo que se denomina "marcos de lectura abiertos" así que siguieron adelante y miraron a los productos teóricos que posiblemente pudieran surgir en una célula vegetal. Su cita directa y conclusión fue: "Un análisis de la bioinformática se realizó para evaluar la inocuidad para la salud humana y animal de productos de traducción putativa de P35S superpuesto a Gene VI. Ninguna similitud relevante fue identificada entre los péptidos putativos y alergenos conocidos o toxinas, utilizando bases de datos diferentes". Ellos no vieron ninguna amenaza de seguridad.
Este debería haber sido el final de la historia, pero su trabajo fue aprovechado por los activistas antitransgénicos Latham y Wilson, y un comentario groseramente distorsionado fue publicado en su propio blog llamado "Noticias de Ciencia Independiente". Esto a su vez fue utilizado por el grupo MADGE, los discípulos de la web antitransgénica que han demostrado hábilmente cómo un poco de conocimiento puede ser peligroso, y ¡emitieron un comunicado de prensa sobre este nuevo dizque peligro! Esto es un no problema, pero el ejemplo es bueno porque demuestra hasta qué punto la ciencia se vuelve distorsionada. No, el debate no ha terminado, pero dejemos de lado la diatriba alarmista, sigamos disfrutando de tanto de nuestros vegetales como de nuestros cultivos transgénicos. Por último, entendamos que los virus de las plantas infectan las plantas, los virus de los animales infectan a los animales, y ¡los dos nunca se replican en las mismas células!
Ian Edwards
Edstar Genetics Pty Ltd.
SABC - Murdoch University.
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