domingo, 10 de febrero de 2013

El Tiempo promueve la pseudociencia


Si El Espectador tiene una fascinación con la anticiencia, ciertamente El Tiempo no se queda atrás.

Ahora, van a publicar una colección de 'medicinas alternativas', y para tal efecto, no han visto problema en hacer un lamentable artículo reivindicando estas pseudociencias con bombos y platillos:

El médico cirujano Leonardo Hernández, magíster en Medicina Alternativa de la Nacional, argumenta que “cuando se habla de alternativa es porque algo no funciona”. Según él, “lo que hace esta medicina es tomar al ser humano como un todo: no separamos el ojo del sistema digestivo ni lo que piensan las personas de lo que sienten; la intervención es integral”.

El especialista añade que en Occidente se tiene una nueva visión sobre el tema: “Ahora se toma lo mejor de la medicina convencional, como el diagnóstico e incluso tratamientos, y se complementan con las herramientas de la medicina no convencional”.

Lo de lo complementario es una cuidadosa elección de palabras, nada más; con la que deslegitiman las verdaderas disciplinas complementarias como la enfermería, las fisioterapias, las terapias del habla, la ortopedia, la ingeniería robótica y muchas otras disciplinas tan basadas en la ciencia y los hechos como la medicina.

Hasta hace poco, se consideraba a la medicina complementaria como pseudociencia. La médica Elsa Lucía Arango, especializada en este campo, asegura que “los pacientes asistían antes a nuestras consultas casi a escondidas, pero hemos ganado espacio porque se ven resultados”.

¿En serio? ¿Se ven resultados? ¿Qué revista científica de amplia trayectoria ha publicado un artículo, revisado por pares, que acredite alguna de estas charlatanerías? La respuestas es sencilla: ninguna.

¡Y además han hecho una lista de las principales terapias!

Las principales terapias

Homeopatía: utiliza sustancias naturales de origen vegetal, animal o mineral, diluidas y dinamizadas, para curar todos los síntomas.
Medicina biológica y antihomotóxica: busca restablecer la salud mediante la eliminación de toxinas que se acumulan en los órganos.
Acupuntura: se fundamenta en la distribución de la energía en el cuerpo, que se equilibra con agujas en ciertos puntos.
Moxibustión: aplicación de una moxa (sustancia que se quema sobre la piel).
Terapia neural: estabiliza las membranas celulares mediante pequeñas dosis de anestésicos en los ‘focos de interferencia’.
Terapia floral: creada por Edward Bach, utiliza esencias florales para equilibrar la energía, sobre todo cuando hay problemas emocionales.
Sintergética: basada en las medicinas ayurveda (hindú), convencional y tradicional china, así como la auriculomedicina, integra el láser, filtros, magnetos y otros elementos que permiten que la energía circule por los chacras del cuerpo.

Es lamentable que en El Tiempo pongan su ánimo de lucro por encima de la salud de sus lectores. Serían capaces de enviarlos directo al cadalso siempre y cuando les compraran su dichosa colección. ¡Qué vergüenza!

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