Dos de las peores influencias culturales de las religiones han sido el odio del cuerpo, de la carne (gracias por eso, Platón) y el machismo.
Al mezclar estas dos aberraciones uno entiende los dogmas religiosos metiéndose en las vidas privadas de las personas, diciéndoles cómo tienen que privarse del sexo y cómo las mujeres que lo practican son malas y deben ser condenadas. Para la muestra, estas son las palabras finales del testimonio de una mujer que fue criada en una congregación así:
Al mezclar estas dos aberraciones uno entiende los dogmas religiosos metiéndose en las vidas privadas de las personas, diciéndoles cómo tienen que privarse del sexo y cómo las mujeres que lo practican son malas y deben ser condenadas. Para la muestra, estas son las palabras finales del testimonio de una mujer que fue criada en una congregación así: