Desde la segunda mitad del siglo XX muchos pseudointelectuales han venido a mancillar el nombre de la Razón, atacar la Ciencia como monopolística y acusar al modernismo de conformar la "religión del progreso".
Ellos son, claro, la base teórica del posmodernismo, gracias a quienes la palabra "occidental" se convirtió en insulto en vez de halago y que reivindican aberrantes despropósitos como el multiculturalismo, la pseudomedicina y el consagramiento de la tradición por encima de la libertad o la calidad de vida.
Al respecto, Alejandro Gaviria tiene unas geniales palabras que suscribo en su totalidad:
Ellos son, claro, la base teórica del posmodernismo, gracias a quienes la palabra "occidental" se convirtió en insulto en vez de halago y que reivindican aberrantes despropósitos como el multiculturalismo, la pseudomedicina y el consagramiento de la tradición por encima de la libertad o la calidad de vida.
Al respecto, Alejandro Gaviria tiene unas geniales palabras que suscribo en su totalidad: