En varias ocasiones hemos denunciado las deficiencias metodológicas de muchos estudios antitransgénicos que parecen diseñados para dar conclusiones preestablecidas, en vez de ser intentos legítimos de ciencia. Otras veces hemos comprobado que fueron comprados por la industria 'orgánica'.
Pues dos investigadores se dieron a la tarea de corregirle la plana a los pseudocientíficos y reanalizaron los datos obtenidos en estudios antitransgénicos — resulta que sin las artimañas estadísticas, no hay ninguna evidencia de que el consumo de transgénicos sea dañino para la salud: