En noviembre de 2015, la Food and Drug Administration (FDA) aprobó el salmón transgénico para consumo humano, después de 19 años de pruebas que demostraron que el salmón no presenta ninguna desventaja y de haber superado varios obstáculos luditas, incluyendo un veto de varios años de la Casa Blanca.
Ahora, dos meses después, la propia FDA prohibió la importación y venta del pescado otra vez:
[L]a Food and Drug Administration emitió el viernes una prohibición de la importación y venta del pescado hasta que la agencia pueda publicar directrices de cómo debe ser etiquetado.
La acción de la FDA fue motivada por el lenguaje en un proyecto de ley de gasto federal en expansión aprobada por el Congreso recientemente, que instruyó a los reguladores a prohibir la venta de salmón modificado genéticamente hasta que la agencia finalice las disposiciones sobre cómo debe ser etiquetado — un proceso que podría tomar años.
El proyecto de ley fue impulsado por la senadora republicana por Alaska Lisa Murkowski, quien parece haberse creído la campaña de desinformación ecotalibán.
Por suerte para AquaBounty —la empresa productora de los salmones transgénicos—, todavía no han empezado operaciones comerciales en EEUU, por lo que la decisión no los afecta directamente.
A ver cuántos años más deben pasar antes de que finalmente los consumidores estadounidenses puedan acceder a los frutos materiales del progreso, como comida de mar de calidad a mejor precio.
(vía Jacques Rousseau)
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Publicado en De Avanzada por David Osorio
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