Hace unos días apareció en la prensa el anuncio de que Juanes y Miguel Bosé estrenaban el portal
Paz Sin Fronteras, que precisamente buscaba la paz. De hecho, la página no es más que un formulario para firmar que queremos que la paz sea un derecho humano.
Desde hace unos años esta voz de protesta de Juanes me ha sabido cacho y es precisamente porque con ella recoge y resume todo lo malo y despreciable que hay con el pacifismo. Es una vulgar posición facilista, mediocre intelectualmente. Su interés y esfuerzo por la paz es el mismo que el de alguien que quiere resolver una operación de álgebra mirando el resultado en las últimas páginas del libro de Baldor.