Yo soy de los que afirma que la religión es un castigo.
Eso es una cosa y otra muy distinta es que el Estado o sus agentes le impongan una práctica religiosa a alguien, que lo tienen prohibido constitucionalmente. Eso en Bucaramanga les trae sin cuidado:
Eso es una cosa y otra muy distinta es que el Estado o sus agentes le impongan una práctica religiosa a alguien, que lo tienen prohibido constitucionalmente. Eso en Bucaramanga les trae sin cuidado: