La última muestra de intolerancia religiosa fue tras la presentación de Citizen Khan, en Reino Unido.
Tras el estreno, los musulmanes inundaron la BBC de lloriqueos sentimentalistas, como si su superstición estuviera por encima de la crítica:
Tras el estreno, los musulmanes inundaron la BBC de lloriqueos sentimentalistas, como si su superstición estuviera por encima de la crítica: