En 2013, la gobernación de Santander inició el Cerro del Santísimo, una inmensa estatua de Jesús que le costó la mitad de las regalías al Departamento —43.000 millones de pesos—.
En un curioso choque de trenes, el Tribunal Administrativo de Santander encontró que la estatua viola el laicismo, mientras que la Corte Constitucional encontró que no había violación al laicismo. Ahora, por fin entendemos qué sucedió: en la Corte, los magistrados a los que les tocó el caso resultaron ser los peones de la extrema derecha cristiana.