A pesar de ser uno de los países con mejores indicadores sociales y mayor respeto por los DDHH y las libertades individuales, Suecia todavía tiene una inmensa mancha negra en su historial: prohíben la prostitución y dicen que su modelo evita la trata de personas.
Pues, la policía sueca reportó en 2015 un incremento exponencial del tráfico de personas en el país: