lunes, 15 de agosto de 2011

Los Privilegios del Matrimonio Heterosexual

No me gusta el matrimonio. Me parece una institución arcaica que limita las libertades de las personas y sirve para atarlas moralmente, privándolas de perseguir sus sueños y alcanzar sus metas. En el caso más optimista es simplemente un privilegio, un premio para aquellas personas que dicen haber encontrado al amor de su vida.

No creo en almas gemelas ni medias naranjas. Tenemos la libertad de relacionarnos con quien queramos y sacarle el máximo provecho a esa relación, poniendo de nuestra parte, en vez de que "las cosas se den". Y eso es lo bonito de las relaciones: la capacidad de decidir estar con alguien y de decidir dejar de estar con alguien. En el blog de The Atheist Experience, uno de los muchachos responde por qué está en favor del matrimonio, en vista de que está en vísperas para casarse:

El matrimonio conlleva una serie de beneficios federales que se supone que se confieren automáticamente a cada cónyuge. Estos incluyen principalmente:

Numerosos beneficios fiscales, como usted ha mencionado, incluido el derecho a presentar conjuntamente.

Estatus legal con los hijastros.

Derechos de paternidad conjunta, tales como el acceso a los registros escolares de los niños.

Derechos familiares de visitas para el cónyuge y los hijos no biológicos, así como también para visitar a su cónyuge en un hospital o la cárcel.

Estatus de familiar más cercano para las decisiones médicas de emergencia o para la presentación de reclamaciones por muerte injusta.

Beneficios de supervivencia a la muerte.

Receptor automático de un seguro de vida para algunos trabajos.

Transferencia de bienes entre los cónyuges libres de impuestos (incluyendo la muerte) y la exención de cláusulas "debido-a la venta".

A pesar de que esto quiere decir que el Estado discrimina favorablemente a aquellos que firman un papelito prometiendo cómo se van a sentir por el resto de sus vidas y en vista de que no veo que en el corto plazo la institución del matrimonio esté por extinguirse, creo que este tipo de beneficios y privilegios deberían estar disponibles para todas las personas y que no exista discriminación según las preferencias sexuales o de cantidad.

Hay que ampliar este tipo de privilegios a un mayor espectro de ciudadanos hasta que deje de ser un privilegio, hasta que el Estado vea con buenos ojos que uno decida mantenerse soltero o vivir con otra persona para el resto de la vida sin la necesidad de comparecer ante nadie, en vista de que todos somos iguales y no haya quién sea autoridad en estos temas.

Otro tema que toca el artículo es el de la poligamia:

No estoy particularmente moralmente opuesto a la poligamia, siempre y cuando sea entre adultos que consienten y mientras yo no tenga que resolver sus asuntos legales. Yo no lo haría, pero otras personas pueden, por lo que a mí respecta. En ausencia de la poligamia legal, tampoco me opongo a que las personas que sean poliamorosas. [...] Tontea con otras parejas todo lo que quieras, siempre y cuando nadie en el acuerdo sea engañado acerca de en qué se está metiendo.

Completamente de acuerdo... bueno, yo no digo que no intentaría la poligamia o ser poliamoroso. Al fin y al cabo estamos biológicamente programados para ello. Mientras haya honestidad, no veo por qué no.

Cada quien debería poder diseñar y personalizar sus relaciones según sus preferencias sin que el Estado tenga que premiar una opción por encima de las demás.

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