Desde hace años, las autoridades de Nigeria han perseguido al humanista Mubarak Bala por pensar diferente. Bala fue encerrado en un asilo psiquiátrico en 2014 por no creer en dioses; en 2020 fue arrestado por el pseudo-delito de blasfemia, y en 2022 fue condenado a 24 años de prisión. Ahh, las cosas que ocurren en las tierras subyugadas por el islam.
Desde entonces dimos la voz de alerta, y varias organizaciones ateas, de DDHH y de libertad de conciencia empezaron a trabajar para poner fin a esta detención arbitraria.