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jueves, 10 de enero de 2013

'Ciencia' marxista

Hace unos días tuve una discusión con alguien que insistía en que el marxismo es ciencia (¡con dos cojones!).

Obvio no lo es. ¿Qué Universidad dicta la carrera de Marxismo? ¿Hay revistas especializadas? ¿Qué trabajos se han revisado por pares? ¿Qué ha aportado al cuerpo científico del conocimiento? ¿Tiene consistencia externa? ¿Cómo interactuaría con las otras disciplinas científicas (o sea, las verdaderas disciplinas científicas)?

Nunca obtuve respuesta; sin embargo, Mauricio-José Schwarz amplió la respuesta que yo debí haber dado cuando le preguntaron si consideraría al marxismo como pseudociencia:

miércoles, 9 de enero de 2013

William Ospina, la Guerra Fría ya terminó

En mis años de estudiante no pude soportar nunca las columnas de William Ospina. Aún a día de hoy, se me antoja como alguien que defiende el terrorismo y es un abanderado del posmodernismo, como el que más. Es una lástima que el legado de Estanislao Zuleta sea William Ospina.

Ahora, Ospina ha aprovechado su columna para defender los regímenes castrista y chavista, elogiando a Fidel Castro y Gabriel García Márquez:

martes, 20 de noviembre de 2012

#CacerolazoPaSantos

Con el fallo de la Corte Internacional de Justicia sobre San Andrés (en el que concedió la soberanía a Colombia pero le quitó unas millas acuáticas), la derecha colombiana aprovechó para poner a flor de piel su indignación, que se activa a conveniencia, y ahora están convocando un cacerolazo contra la administración Santos y piden la renuncia del canciller (?) .

lunes, 29 de octubre de 2012

Estocada mortal al relativismo cultural

El relativismo cultural es un apartheid jurídico integral, social, intelectual, emocional, geográfico, étnico y civil que ha cobrado mucha fuerza dentro de la izquierda.

Ahora, el periodista científico y campeón del pensamiento crítico Mauricio-José Schwarz lo pone en su sitio, donde se merece:

lunes, 1 de octubre de 2012

Los antitransgénicos son los escépticos del clima de la izquierda

Esta es una traducción de un artículo de Keith Kloor publicado en Slate.

martes, 28 de agosto de 2012

Idiotas útiles everywhere!

Ya he escrito hasta el cansancio por qué me opongo a que se negocie con terroristas (¿Y negociar qué? Cometieron delitos, lo único que hay que negociar es los términos de su rendición).

Así que ahora, cuando se revela que el gobierno de 'la urna de cristal' mantuvo encuentros secretos con los terroristas mientras le mentía descaradamente a la ciudadanía al respecto, creo que tomaré otro enfoque.

Hoy me concentraré en los que apoyan los dichosos diálogos con los terroristas.

sábado, 28 de julio de 2012

No, pues tan alternativo...

La columna de Catalina Ruiz-Navarro de cómo el Polo Demagógico Alternativo se pega un tiro en el pie está escrita casi como si me hubiera leído la mente cuando me enteré que ese partido político apoyaba al tirano Chávez:

lunes, 11 de junio de 2012

La monsantofobia explicada

¿Alguna vez han discutido de transgénicos con alguien que simplemente se opone a la tecnología, la ciencia y un paso efectivo para paliar el hambre, simplemente por su desprecio de las multinacionales? ¿Y se han fijado que ese desprecio siempre está enfocado, necesariamente, contra Monsanto?

Lo más probable es que esas personas padezcan 'monsantofobia':

lunes, 21 de mayo de 2012

Denunciando la izquierda revisionista

En más de una ocasión he denunciado el coqueteo de Noam Chomsky con el revisionismo histórico. Una de esas veces fue cuando retomé las palabras de George Monbiot, quien denunció las mentiras del libro The Srebrenica Massacre, de Edward Herman, amigo íntimo de Chomsky.

Pues Monbiot ha seguido con el tema y ha cavado más y más profundo, para encontrar que el negacionismo del genocidio hace parte de una facción de la izquierda. Esta es su más reciente columna del Guardian, See No Evil:

miércoles, 25 de abril de 2012

Impresiones sobre la Marcha Patriótica

Quería escribir sobre ese nuevo movimiento político llamado Marcha Patriótica pero no sabía por dónde empezar.

Y entonces me preguntaron cómo veo ese movimiento y me parece que supe expresar con claridad y contundencia lo que hasta ahora he podido observar de Marcha Patriótica.

No sale muy bien:

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Anticipo de la entrevista de Richard Dawkins a Christopher Hitchens

Para su edición especial de Navidad, la revista New Statesman contó con el insuperable Richard Dawkins como colaborador especial de ese número. Y parece que esta edición trae contenido muy interesante, mucho más que lo normal.

Por ejemplo, además de la columna de Dawkins, también publicarán una entrevista que el etólogo le hizo al fantabuloso Christopher Hitchens. Como para que se nos haga agua la boca, han publicado unos extractos de esa entrevista, que se me antoja leer como ya mismo:

martes, 6 de diciembre de 2011

No marché, pero nunca dejaré de gritar ¡No más Farc!

El asesinato a sangre fría, a quemarropa, por la espalda y con un tiro de gracia de 4 uniformados que llevaban más de diez años privados ilegalmente de la libertad por parte de las Farc sirvió de gota para rebosar la copa y, producto de la indingación, general se convocó una marcha para hoy.

Yo no fui, pero lo que es más importante son las razones. En Twitter, ayer, la gente -que sirven de idiotas útiles del terrorismo- no dejaba de justificar con chorros de babas por qué no saldrían a marchar. He aquí una pequeña muestra de los motivos por los cuáles personas que dicen querer la paz no marcharán en contra del secuestro, las minas antipersona y las Farc.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Un poco de perspectiva sobre la tragedia Noruega

Creo que es muy complicado expresar con pocas palabras una posición sensata, clara y racional sobre los ataques de Anders Behring Breivik.

Sin embargo, creo que Kenan Malik lo hace muy bien:

lunes, 11 de julio de 2011

¡¡Ese soy yo!!

En un apasionado llamado de atención a la nueva izquierda, que parece haber caído en un maniqueísmo en el que o se apoya acríticamente a los dictadores de izquierda o se apoya acríticamente todas las acciones del gobierno de EEUU, Ibeth Rivero termina haciendo una defensa de las propiedades intelectuales de las personas según ellas mismas y no el lugar donde nacieron (algo que la comunidad escéptica angloparlante debería tener más en cuenta).

En fin, que la parte que más me ha gustado fue:

martes, 7 de junio de 2011

¿Cómo funciona la TV? Guía para la Derecha y la Izquierda

No sé cuántas veces lo habré dicho, pero sé que es algo que me tocará repetir por el esto de mi vida, así que lo digo por n-ésima vez: ¡¡¡que no! La televisión no manipula! Ni es un medio de comunicación al servicio de ninguna ideología!

A pesar de esto, tanto la izquierda como la derecha, ignorantes de los avances en las teorías de la comunicación, se han empeñado en que este medio es un vehículo de la ideología contraria a su signo, demostrando una completa falta de conocimiento del medio, supina ignorancia y poniendo de manifiesto una visión del ser humano utilitarista y degradante.

Vamos a poner unas cuantas cosas claras.

domingo, 23 de enero de 2011

Islamofobia

Christopher Hitchens decía que el ateísmo militante se caracteriza por tener un concepto de la fe que en el mejor de los casos es estúpida y en el peor de los casos es peligrosa. Yo me identifico con esa postura. Nada bueno ni deseable puede salir de suspender las facultades críticas.

Pero resulta que tratar a todas las fes por igual, con el mismo escepticismo, haciéndoles las mismas preguntas y con el mismo desprecio resulta racista.

Así es. Una vez más, el multiculturalismo se asegura que se le dé un trato especial a unos por encima de otros.

Y para esto han acuñado un nuevo término: "Islamofobia".

Así, puedo burlarme, criticar y poner en el completo ridículo que se merecen tanto al cristianismo como al judaísmo. Pero alzar la ceja por la ablación de clítoris en algunas corrientes islámicas es racista. ¿Por qué? Todavía no lo sabemos. ¿Estoy condenando a alguien por su color de piel, el de sus ojos, el de su pelo o el lugar donde nació? No. Estoy criticando una idea que tiene origen en una pseudofilosofía fascistoide en la que las mujeres son tratadas peor que sus mascotas.

¿Y por qué me dicen racista o que discrimino a los musulmanes cuando también he criticado esa práctica medieval en las poblaciones indígenas latinoamericanas? Creo que podría quedarme horas hablando de la izquierda regresiva que por su rencor contra EEUU se aliaría con el mismísimo diablo —si existiera— pero, por supuesto, ese sería un artículo un poco más ideológico.

Así que me quedo con la razón y examino esto de la islamofobia.

Por un lado, tenemos el islam, que es una religión.

Por el otro lado tenemos la fobia, que puede ser entendida o como un trastorno de salud emocional que se caracteriza por un miedo intenso y desproporcionado o como un temor irracional compulsivo.

Y ahí es donde no entiendo: por lo que sé ningún psiquiatra ha documentado este tipo de fobia. Y aún más importante: el temor a la religión no tiene nada de irracional. Es más: me parece la conducta más racional y sana que pueda adoptar cualquier persona. La religión hace mucho daño. Como diría Bill Maher:
Una de las quejas formuladas contra mí es: "¡Oh, Bill, eres malvado. ¿Por qué tienes que ir tras la religión? Le da consuelo a la gente, no hace ningún daño". Está bien, aparte de la mayoría de las guerras, las Cruzadas, la Inquisición, el 11-S, los matrimonios arreglados de niños, la voladura de escuelas de niñas, la supresión de las mujeres y los homosexuales, las fetuas, la depuración étnica, las violaciones por honor, los sacrificios humanos, la quema de brujas, las bombas suicidas, la justificación de la esclavitud, y la sistemática follada de niños, hay pocas cosas con las que tengo problema.

En resumidas cuentas la islamofobia es un neologismo que describe algo que no existe. La fobia es un miedo irracional y creo que cualquiera que haya atestiguado el 11-S, o las consecuencias del 11-M o haya visto el documental Submission de Theo Van Gogh –que le costó la vida-, o Fitna de Geert Wilders podrá darse cuenta que el miedo a la ‘religión de la paz’ –oxímoron por excelencia- puede ser cualquier cosa menos irracional.

El miedo a cualquier religión es racional, saludable y debe ser promovido.

jueves, 11 de febrero de 2010

Lente Escéptico: Noam Chomsky

Aclaración: gran parte de este artículo se apoya en la recolección de fuentes y citas de las críticas a Noam Chomsky contenidas en Wikipedia (en inglés).

La primera vez que oí hablar de Noam Chomsky y que me importó fue cuando el dictador venezolano Hugo Chávez lo mencionó y comparó con John Kenneth Galbraith, que había muerto poco antes de esa conferencia en la Asamblea General de la ONU. El New York Times se equivocó y pensó que Chávez había dicho que Chomsky -quien estaba vivito y coleando- había muerto.

La segunda vez que tuve conocimiento de Chomsky fue cuando en una entrevista del 2008, se refirió al "asesinato de Raúl Reyes" (?). Chomsky, que ha escrito tanto sobre la guerra, debería saber mejor que nadie que a alguien que entra voluntariamente en un conflicto armado, a su muerte es imposible difícil que sea catalogado como asesinato.

Aunque muchos le hayan pasado por alto esas licencias que se cometen en nombre de la afinidad ideológica, yo las encuentro bastante molestas.

Empecé a preguntarme si ese tipo de licencias eran algo común en la obra de Chomsky y me puse a buscar y contrastar. Cuál no sería mi sorpresa al encontrar que el lingüista es mucho más laxo con el lenguaje de lo que uno podría imaginar.

lunes, 25 de enero de 2010

Lente Escéptico: Simón Bolívar

El Viernes 13 de Noviembre del 2009 asistí al concierto de SKA-P, acá en la ciudad de Bogotá. Con ellos comparto la defensa de las libertades individuales y la aversión por la Iglesia Católica, aunque discrepo de su xenofobismo antiestadounidense (raro que sean de izquierda, ¿no?) y su admiración por Chávez.



De hecho, antes del concierto había decidido no cantar ni bailar durante su canción “El Libertador” que para mí está dedicada a Chávez. De hecho pensaba que eso estaba muy claro, pero en el concierto caí en la cuenta de que no es así. Antes de la canción, el vocalista, Pipi, gritó la consigna que Chávez había hecho casi un año antes y durante la canción, al fondo del escenario el videobeam proyectaba una imagen de un croquis de América Latina con un puño que salía más o menos del territorio donde queda Bolivia.

El caso fue que durante la canción alcé mis brazos e hice pistola al grupo durante toda la canción (y sí, eso cansa mucho). Al terminar la canción, otro asistente al concierto me dijo:

- “Pero qué idiota, ¿es que no sabe quién fue Bolívar?”

A lo que le respondí:

- “Idiota no. Pienso diferente. Y sé que Bolívar cerró las universidades porque criticaban sus medidas, además la canción está dedicada a Chávez”.

Terminado el concierto y tras haberlo sobrevivido, me quedé pensando que a lo mejor no sabía todo sobre Bolívar, pues al fin y al cabo sólo me quedaban tres datos, cada uno aprendido en un momento distinto de mi vida.

En el colegio había aprendido que Bolívar era Centralista mientras que Santander era Federalista. Punto para Santander. Luego, mientras cursaba Derecho –carrera que me hicieron perder abandoné-, el Dr. Carlos Restrepo Piedrahita en la Cátedra de Derecho Constitucional nos indicó que Bolívar había cerrado las universidades porque estimulaban la crítica (de las funciones principales de una Universidad) al mandatario. Por último en Historia de Colombia –materia de la carrera de Periodismo-, aprendí que Bolívar fue la inspiración del Partido Conservador Colombiano, que a su nacimiento ¡proclamaba la no separación entre la Iglesia y el Estado!

Para saber más sobre el “Libertador” busqué sobre él cuanto pude y cuál no sería mi sorpresa. Lo que yo sabía no era casi nada. Había mucho más que decir sobre Bolívar que lo que yo le había respondido al tipo en el concierto.
Es increíble la cantidad de información que me vi en la obligación de desechar, pero aún así no es despreciable lo que encontré.

Tampoco voy a cargar al lector con ríos de tinta, pues sobre Bolívar ya se han desperdiciado muchos. Trataré de ser tan puntual como me sea posible.
El primer punto que quiero tocar es el referente a su apodo de “Libertador”. Me gustaría empezar por hacer un recuento de “sus” batallas de liberación.
Bolívar jamás ganó una batalla, por méritos propios. En las que intervino, siempre lo hizo a la suficiente distancia como para poner tierra de por medio en caso de salir derrotado.

La única excepción fue la batalla de San Mateo, donde no tuvo opción, ya que fue cercado en dicha hacienda por Boves.

Profundizando en este apartado, cito algunas de las victorias decisivas que han contribuido a su titulo de Libertador:


  • Junín. Doblaba en efectivos a los realistas. Aún así, la victoria se atribuye a la valerosa intervención de los Húsares de Perú, al mando de Razeti y desconectado de los planes estratégicos de Bolívar.

  • Boyacá. Ligera superioridad numérica en efectivos. Destacada intervención de los coroneles Ricaurte y Obando; pero sobre todo de la legión británica y los llaneros de Rondón. Bolívar, como siempre, contemplando las acciones en la lejanía.

  • Carabobo. Fuerzas igualadas. Con el ejército de Bolívar en desbandada, la legión británica, al mando de Farriar, plantó cara al avance realista, frenándolo y facilitando, así, la reorganización de los perseguidos. No cabe ninguna duda que esta acción decidió el signo de la batalla. Ese regimiento al completo pagó con la vida su heroísmo. A él y a los llaneros de Páez se debe la victoria, pero la gloria se la adjudicó Bolívar, como siempre. Resulta curioso que muy pocos venezolanos conozcan a Farriar.

Ni siquiera hay necesidad de recurrir a fuentes que tomen partido. Una simple revisión (objetiva, eso sí) en Wikipedia alcanza para que no quepa duda de que Bolívar no era un estratega militar que uno diga “¡qué estratega!”. Más bien queda el sinsabor de que parecía un cobarde, pero sobre su apodo hablaremos luego.

Por si fuera poco Bolívar vendió alevosamente a su superior, Francisco de Miranda, a los realistas. Se "justificó" diciendo que creía que había sido un traidor. La historia y los venezolanos parecen haber aceptado la explicación, sin preguntarse: ¿desde cuándo se condena a un traidor entregándolo al enemigo?

¿Qué ganó Bolívar con esa traición? Que España le concediera el pasaporte español.

No feliz con esto, el “Libertador” –que no liberó a nadie- se ha erigido en los últimos años como un ídolo para la izquierda, ¿por qué? ¿Por qué el ídolo conservador también lo es del extremo político contrario? La respuesta se encuentra en la historia económica. Mientras Santander era liberal en todo el sentido de la palabra (lo que significa que defendía el laissez-faire), Bolívar abogaba más bien por la intervención del Estado; pues ¿qué se puede esperar de un déspota de su talla? Ahhh, ¿que cómo así que déspota? Pues ya lo explico:

Este “adalid” de la libertad, en realidad era de procedencia de la más rancia burguesía caraqueña, contaba con elocuente verborrea, don de persuasión, dinero y amistades en las altas esferas peninsulares -gracias a las cuales fue perdonado cuando, al inicio de las revueltas, fue detenido-.

Eso explica que haya tenido la posibilidad de viajar por Europa y ser testigo de la coronación del mismísimo Napoleón.

Eso explica también que algunos de sus discursos prostituyan al máximo los ideales de la Revolución Francesa pero su forma de dirigir un Estado tuvo gran similitud con cualquier dictador actual en vez de encuadrarse con la libertad, la igualdad y/o la fraternidad.

De hecho, fraternidad es de lo último sobre lo que podría tener palabra alguna el “libertador”. En sus ansias de hacer de América un Imperio como el francés, vio su sueño destrozado por la fuerte federación que existía en los EEUU. Así que les dedicó unas cuantas palabras (muy poco fraternales. Discurso que ha hecho que la izquierda lo ensalce aún más). Por su sueño roto de ser Emperador sumado a su supina cobardía, Manuel Piar –quien luego sería ejecutado por el mismísimo Libertador- le puso el muy bien ganado apodo de “El Napoleón de las Retiradas”.

Por si fuera poco, su racismo lo hacía la persona menos idónea para hablar de fraternidad y mucho menos de igualdad: como Dictador del Perú, Bolívar reinstauró el impuesto para los indígenas y abolió cualquier oportunidad de emancipación de los esclavos, cosas que José de San Martín había echado por tierra.

Como último punto, pero no menos importante, me gustaría resaltar que cuando Marx se refirió a Bolívar (ohh, sí, lo hizo) no escatimó en adjetivos descalificativos. Lo que hace que una ideología bolivariana y a la vez marxista sea un oxímoron.

Veredicto: cobarde, déspota, racista, xenófobo, traidor.

Gracias especiales a Antonio Estevez Dieguez