Los asiduos al blog saben a la perfección que no soy un fan de mi país. Lo cierto es que la embarramos en más cosas y con más frecuencia de las que me gustaría y no comprendo de qué van el orgullo patrio, el nacionalismo ni el patriotismo.
Y ahora me entero del juramento a la bandera y demás tratamientos de pedestal para este símbolo patrio: