martes, 13 de septiembre de 2016

Greenpeace mintió en informe de Chiloé



En mayo, el cuerpo de agua alrededor de la isla Chiloé (Chile) sufrió un afloramiento algal nocivo con un incremento exponencial de su concentración de microalgas tóxicas — en respuesta a esta marea roja, el gobierno de Michelle Bachelet restringió la extracción de marisco, causando una paralización de la isla, que suscitó protestas sociales. Algunos pobladores recurrieron a una explicación folclórica de la marea roja; según ellos, la marea roja realmente fue causada por el vertimiento de 5 mil toneladas de salmones al mar, en cumplimiento de la prohibición gubernamental.

Ahora en septiembre, cuatro meses después, Greenpeace Chile publicó su informe 'científico' 'independiente' que —¡¡ohh, sorpresa!!— llegó a las mismas conclusiones que los chilotes molestos con el Gobierno. Vaya, ¡qué coincidencia!

O no. Los chicos de Etilmercurio revisaron el 'informe' de Greenpeace y encontraron tantos errores metodológicos que harían sonrojar a Miley Cyrus:

El informe de Greenpeace no incluye ni metodología, ni autores, ni referencias. Es un informe sin método, sin explicar su estrategia de análisis, sin referencias bibliográficas que apoyen sus afirmaciones (¡ni un sólo artículo científico!) y la publicación se realizó en su propia web. Es simplemente una colección de gráficos interpretados de forma sesgada en pos de una conclusión que se decidió a priori, no a posteriori como se hace regularmente en la investigación científica. Dicho en pocas palabras: el informe, de científico, no tiene nada.

Para que un informe de investigación sea válido y confiable debe exhibir justamente todo lo que Greenpeace no muestra: hipótesis de trabajo, metodología, apoyo bibliográfico, etc. Lamentablemente, esta falencia fundamental no impidió que el informe fuera difundido en varios medios de comunicación sin poner a duda su contenido en ningún momento, lo que sólo da cuenta (una vez más) de la escasa preocupación periodística por chequear si las fuentes tienen el mínimo de rigurosidad antes de presentarlas como tal. Incluso, en su afán por figurar, Greenpeace fue a presentar este informe a la comunidad afectada. La gente estaba visiblemente sorprendida mientras Greenpeace les hacía creer que había sido «sacrificada» por el gobierno de turno.

¿Qué? ¿Greenpeace mintiendo en sus panfletos que tienen el atrevimiento de llamar 'informes'? Pues no sería la primera vez. Ya se lo hicieron a Zara, y sólo era cuestión de tiempo para que volviera a ocurrir.

Y lo de instrumentalizar el sufrimiento de los chilotes para beneficio propio ya es que no tiene presentación — pero a mí ya nada me sorprende de esa empresa criminal.

(imagen: Greenpeace Chile)

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Publicado en De Avanzada por David Osorio

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