
Últimamente ha hecho carrera la 'paridad' electoral: ajustar la legislación para que un grupo históricamente discriminado, por lo general las mujeres, reciba 'mayor representación' en elecciones, independientemente del número de votos que consigan —o asegurándose de que reciban más votos, por ejemplo, con listas cremallera—.
Hace poco, mi amigo Gabriel Andrade se refirió a estas cuotas electorales mientras comentaba medidas de este tipo que fueron tomadas en su país: