Hace dos semanas, la Asociación de Ateos de Bogotá
convocó a un plantón para pedir que el sacerdote
Jesús Hernán Orjuela, alias
padre Chucho, dejar de hacer misas en un parque vecinal de Castilla (Bogotá), porque
está prohibido. En el plantón, el padre Chucho incitó una turba de feligreses que para que le dieran
amor cristiano a los manifestantes pacíficos, que entonces recibieron patadas, puños y destrucción de su propiedad (pancartas y cámaras); luego la Policía abusó de su autoridad, encerrando a los manifestantes (!).
Muchos medios cometieron el error de periodista principiante de publicar una nota con sólo una fuente, lo que llevó a más de uno a publicar una
historia ridícula sobre los testigos de Gokú (?) y alguna delirante idea sobre una batalla de supersticiones (??), dejando de lado el tema del
abuso de Orjuela sobre el espacio público.
Afortunadamente, las cosas no se quedaron así.