La semana pasada cerramos con un mal sabor de boca, pues un funcionario de la Corte Constitucional solicitó que se retirara el crucifijo cristiano de la Sala Plena, y seis de los nueve Magistrados negaron la solicitud, manteniendo el privilegio católico y, lo peor de todo, es que lo hicieron escudándose en el "pluralismo" (!).
Aunque el caso es para echarse a llorar, vale la pena rescatar que en su editorial del sábado, El Espectador cuestionó el chorro de babas que los Magistrados pretendieron hacer pasar por argumentos: