jueves, 10 de mayo de 2012

Indignación y tolerancia selectivas

Apenas supe que en Colombia se debatía una ley antirracismo, me opuse porque sabía lo que eso significa en el fondo: censura. No me gusta el racismo, pero censurarlo no es la solución.

Ahora el caso del diputado Rodrigo Mesa me da la razón. Rápido resumen: Mesa dijo que meterle plata al Chocó (departamento con población mayoritariamente afrocolombiana) era como "meterle perfume a un bollo" y ahora todo el mundo ha hecho acopio de su falsa capacidad para indignarse y rasgarse las vestiduras y hasta anuncian un proceso penal.

Iba a referirme al caso, pero Eladio se me adelantó:

Ahora, si bien es cierto que el diputado Mesa utilizó unas declaraciones excesivamente vulgares, es estúpido considerarlas como una forma de discriminación y sobre todo como si no tuviera algo de verdad. Invertirle plata al Chocó sí es como “echarle perfume a un bollo” porque muchos políticos y sus amigos del hampa, se roban toda la plata que le meten al departamento y hacen que este sea inviable y no contentos con eso, la malversan.
...
Frente al diputado antioqueño reitero lo que dije: el hombre en ningún momento se refirió de forma grotesca a los chocoanos. Nunca dijo groserías como “negros de mierda” o “desgraciados subdesarrollados”. Simplemente dijo (con palabras horribles, reitero) que invertir en el Chocó es echar plata en saco roto. Si decir eso (por más feo que lo haga) lo van a mandar a la cárcel, la ley es completamente arbitraria y hasta coarta la libertad de expresión. Uno es dueño de las palabras que utiliza y de las que no. No entiendo porque las personas buscan que todos los comentarios sean políticamente correctos, como si eso llevara a mitigar los problemas de fondo que en verdad siguen ahí, así Simón Gaviria y el senador Baena se rasguen las vestiduras.

Ahora bien, yo tengo una pregunta: ¿dónde están Simón Gaviria, Baena, Fajardo y demás prohombres de la patria cuya indingación es sencillísíma de encender, cuando sale Rubén Salazar a promover la homofobia?

Si la ley era para evitar la discriminación, ¿dónde guardan estos tipos, promotores de la censura, su indignación y su sed de denuncias penales, cuando se trata de discriminación que sigue siendo fomentada por la superstición?

Qué lindos ellos, con su privilegio religioso por delante: sólo denuncian la discriminación sobre la que ya se haya civilizado al cristianismo.

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