Una de las piezas más lamentables del ordenamiento jurídico colombiano es ese que le da tratamiento especial a las comunidades indígenas, lo que necesariamente las excluye de participar en igualdad de condiciones en la sociedad; algo que no es que mortifique de a mucho a las mismas comunidades.
Incluso, ese tratamiento privilegiado se da hasta en la cantidad de dinero que se les permite gastar en las campañas políticas:
Incluso, ese tratamiento privilegiado se da hasta en la cantidad de dinero que se les permite gastar en las campañas políticas: