Este año el diario El Espectador cumplió 125 años. Y así como con cualquier otro medio, no es de extrañar que sus columnistas le rindan una especie de homenaje por su trayectoria y tradición.
Resulta que entre los columnistas de El Espectador se ha colado un vago profesional, hippie pseudorreblede buenrollista, políticamente correcto, que toma decisiones como siguiendo las moralejas de una película de Disney. Pues el tal Dharmadeva (sí, así firma sus columnas) también le dedicó su artículo semanal al diario que ha tenido el desatino de publicar sus desvaríos:
Resulta que entre los columnistas de El Espectador se ha colado un vago profesional, hippie pseudorreblede buenrollista, políticamente correcto, que toma decisiones como siguiendo las moralejas de una película de Disney. Pues el tal Dharmadeva (sí, así firma sus columnas) también le dedicó su artículo semanal al diario que ha tenido el desatino de publicar sus desvaríos: