Otro de los problemas que ha traído la religión con su pretensión de tener la verdad absoluta, es que sus adeptos creen estar siempre en lo correcto y por tanto creen que pueden decirle a los demás cómo vivir sus vidas.
Y tienen el fetiche de decirle a los demás a quién pueden amar y con quién pueden tener sexo. Y ese es un exitosísimo campo de cultivo para la homofobia, que ahora en Brasil le costó la vida a un joven que iba abrazando a su hermano:
Y tienen el fetiche de decirle a los demás a quién pueden amar y con quién pueden tener sexo. Y ese es un exitosísimo campo de cultivo para la homofobia, que ahora en Brasil le costó la vida a un joven que iba abrazando a su hermano: