Que los cristianos y la Iglesia católica violen las leyes y la Constitución, comprando senadores y haciendo lobby demuestra que a ellos lo único que les importa es imponer su putrefacto sistema de antivalores, que perpetúa el odio, la discriminación, el dolor y la miseria.
Por eso no es de extrañar que estas almas de dios estén enviando amenazas a los senadores para que voten en contra del matrimonio igualitario - la civilización no es lo de ellos: