miércoles, 7 de septiembre de 2011

Inteligencia Emocional, Estupidez Intelectual

Hay una parte del periodismo que no entiendo. O mejor dicho que entiendo pero que no comparto. Se trata de las publicaciones enfocadas a conseguir una audiencia fácil y que no genere mayor esfuerzo por parte del equipo editorial.

Los horóscopos son el mejor ejemplo de esta táctica que encuentro completamente antiperiodística. El periodismo es la herramienta perfecta que va de la mano con la ciencia, pues se trata de darle difusión a lo que pasa en el mundo, a los hechos. Creo que por esta razón soy tan sensible cuando me cruzo con notas periodísticas que promueven y le dan difusión a teorías conspiranóicas, a la pseudociencia o a la religión. Eso no es periodismo, es publicidad. Como el consejo publicado en El Tiempo de usar la inteligencia emocional en las relaciones de pareja (?):

La inteligencia emocional es la capacidad para identificar, comprender y expresar asertivamente nuestras emociones.

También les faltó decir que es una hipótesis que no ha sido comprobada.

De hecho, en el 2006 un estudio sobre el efecto Mozart -ese que nunca se probó con no nacidos-, las inteligencias múltiples y la inteligencia emocional encontró que

Dado que la teoría de las inteligencias múltiples, la teoría del efecto Mozart y la teoría de la inteligencia emocional no están soportadas por ninguna evidencia empírica firme y consistente que las valide, y ya que estas teorías no respetan las restricciones previstas por la evidencia empírica acumulada de investigación de la neurociencia cognitiva, estas teorías no se deben ser enseñadas sin proporcionar el contexto de su apoyo empírico existente. El entusiasmo por su aplicación a la práctica en el salón de clase debe ser moderado siendo conscientes de que su falta de apoyo empírico firme hace que sea probable que su aplicación tendrá poco poder real para mejorar el aprendizaje de los estudiantes más allá del estimulado por el entusiasmo inicial de algo nuevo.

Por supuesto, la investigación futura podría arrojar nueva luz sobre estas teorías, y los estudiantes, profesores, investigadores y teóricos deben permanecer abiertos a nuevas pruebas.

Sin embargo, las evidencias parecen tener sin cuidado a los de El Tiempo:

En pareja, significa aprender a utilizar el intelecto y la habilidad afectiva para vivir de manera gratificante y exitosa todas las dimensiones en las cuales transcurre su vida emocional, lo que facilita la construcción de una relación equilibrada, amorosa y flexible.

Como quien dice, la panacea. Y lo digo en sentido literal: ninguna de las dos existe.

Por el momento, yo recomendaría no aplicar la inteligencia emocional. Pues ¿de qué sirve conseguir muy bien emocionalmente con la pareja si en el proceso le demuestran que se dejan persuadir por cualquier bobadita pseudocientífica?

(Gracias por la ayuda a 5cld)

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