Durante el Cónclave en el que salió elegido el papa Francisco, la Iglesia rechazó la injerencia de las asociaciones de defensa de las víctimas de pederastia, diciendo que en su país hacen lo que se les viene en gana.
Ahora que es Papa, a Francisco no le molesta en lo absoluto tener injerencia en las legislaciones de otros países, que no son el que actualmente gobierna: