
Al parecer, en la Policía viven tan bajos de estima que necesitan oradores motivacionales. Y parece que a eso se dedica el patrullero Leonardo Cuervo Vega.
En principio, que el tipo trate de ayudar a que la tropa mejore la moral no me parece cuestionable — no sería extraño que en las fuerzas armadas haya bastante descontento. Que el tipo haga crecer su marca personal mientras porta el uniforme de la Policía ya es pasarse tres pueblos, pues se porta el uniforme para proteger y servir, no para estar haciéndose un social media rockstar.
Pero lo que resulta inaceptable completamente es que el señor Cuervo Vega predique una religión mientras porta el uniforme: