La semana pasada mencionamos que Amnistía Internacional pediría legalizar la prostitución en los países donde todavía es ilegal —que es en buena parte del mundo, aún dentro del civilizado—, si la propuesta era votada favorablemente por su Consejo Internacional.
Efectivamente, el Consejo hizo lo correcto y, a partir del martes, Amnistía Internacional se comprometió a proteger los derechos de los trabajadores sexuales: