
En diciembre de 2015, el pastor chileno Javier Soto fue condenado a 300 días de cárcel por llamar 'pederasta' al líder homosexual Rolando Jiménez.
Soto solicitó la nulidad de la sentencia, pero la Corte de Apelaciones de Santiago confirmó la condena y, como ñapa, lo inhabilitó para ejercer cargos públicos: