A finales de octubre, el Gobierno presentó la propuesta de Reforma Tributaria para que fuera debatida en el Congreso — el tema nos interesa porque el borrador de la Reforma traía la propuesta de que las iglesias no estuvieran exentas de impuestos automáticamente, sino que debían aplicar a un régimen especial del que podrían ser expulsadas si incumplían las normas; además traía el polémico impuesto a las bebidas azucaradas y los cigarrillos.
Pues la ponencia convenida entre el Gobierno y los Congresistas cambió radicalmente el borrador original: