Para algunos ateos resulta interesante que haya celebridades ateas — incluso hay una página con la lista de todas las celebridades ateas. Este tipo de cosas me interesaron alguna vez, aunque ahora no me suscita mayor atracción: creer o no hacerlo porque otros lo hagan (y uno tiene ese 'apoyo') es una forma de apelar a la autoridad, y nada de eso sustituye la necesidad de evidencia para afirmar que existe uno o más dioses.
Desde hace años, el ateísmo de Mark Zuckerberg había sido parte de la sabiduría popular; sin embargo, la Navidad de 2016 sirvió para que el fundador de Facebook aclare que no es ateo — durante las fiestas, Zuckerberg publicó un mensaje de felices pascuas para sus contactos, y fue interpelado por alguien que le preguntó si acaso él no era ateo, asumiendo que los ateos no podemos desearle una feliz temporada a los demás...
Zuckerberg respondió que no (aunque tampoco dejó muy claro en qué cree):