En 1987, John Yarr y su secta de corte hindú Lifewave fueron condenados en Reino Unido, ya que Yarr conformaba su propio 'harén' con estudiantes de las que abusaba sexualmente.
En vista de que Reino Unido ha vetado a Yarr y su organización criminal, la Universidad Nacional entra al rescate, ofreciéndole una plataforma para que reclute nuevas víctimas (y de paso, promueven la pseudociencia y violan el carácter laico que debe regir sobre todas las instituciones del Estado):
En vista de que Reino Unido ha vetado a Yarr y su organización criminal, la Universidad Nacional entra al rescate, ofreciéndole una plataforma para que reclute nuevas víctimas (y de paso, promueven la pseudociencia y violan el carácter laico que debe regir sobre todas las instituciones del Estado):