miércoles, 19 de junio de 2013

El historial Greenspan



Alan Greenspan va a lanzar un nuevo libro, The Map and the Territory: Risk, Human Nature, and the Future of Forecasting, que según dicen, será una guía para pronosticar el panorama económico.

Greenspan es alabado como uno de los mayores gurús económicos, sin embargo se equivocó en todo lo que dijo, como nos cuenta Matt Taibbi en Cleptopía (pgs. 82-84):

Los supervisores del Fed y los críticos de Greenspan parecen compartir una pasión: elegir cuál de sus predicciones erróneas es más ridícula. Una de las más famosas es una declaración a The New York Times en enero de 1973: "Es muy poco frecuente que uno pueda ser tan incondicionalmente optimista como en estos días", dijo. El mercado perdió un 46% de su valor en los siguientes dos años, desplomándose desde los más de mil puntos en el día de la predicción de Greenspan hasta 571 en diciembe de 1974.

Greenspan era malo hasta para predecir acontecimientos que ya habían sucedido. En abril de 1975 declaró que "lo peor estaba aún por llegar". La economía mejoró de inmediato, y la Agencia Nacional de Investigaciones Económicas ubicó después el final de la recesión en marzo de 1975, un mes antes del discurso de Greenspan.

La carrera de Greenspan está llena de intervenciones similares. En julio de 1990, en el inicio de la recesión que acabaría por destruir la presidencia de George H. W. Bush, Greenspan opinó: "En el corto plazo nada parece sugerir que la economía vaya a caer [en recesión]". Meses después, mientras seguían acumulándose malas noticias, Greenspan insistía. "Creo que aquellos que afirman que ya estamos en recesión tienen todas las papeletas de equivocarse".

En octubre, con la economía estadounidense destruyendo empleo por sexto mes consecutivo (aún lo haría durante cuatro meses más), Greenspan siguió en sus trece. "La economía -dijo- no ha caído todavía en recesión".

La economía tiene mucho en común con la climatología, e incluso grandes economistas encargados de predecir alteraciones en los mercadoes pueden ser víctima, como los meteorólogos, de cambios inesperados. Los errores de Greenspan, sin embargo, fueron a menudo meteduras de pata garrafales, históricas, pruebas de una incomprensión fundamental de problemas que condujeron a grandes desastres. De hecho, si uno excava bajo las grandes crisis financieras de nuestro tiempo, en el origen de casi todas ellas se puede encontrar una frase de Greenspan diciéndole alegremente a la gente que no se preocupara sobre el curso que los acontecimientos económicos iban tomando.

Antes de que estallara la crisis de las cooperativas de crédito (S&L, por sus iniciales en inglés)se pudo ver a Greenspan dando un vigoroso visto bueno al hoy famoso estafador Charles Keating. Greenspan dijo que Lincoln Savings and Loan, la compañía de Keating cuyos números el mismo había examinado, "ha desarrollado una serie de proyectos cuidadosamente ideados, extremadamente prometedores y muy diversificados" y añadió que la firma "no presenta ningún riesgo previsible para la Compañía Federal de Ahorros y Préstamos". [1]

El error que cometió en 1994 fue todavía peor. Tras una serie de (relativamente) pequeños escándalos relacionados con el tipo de derivados financieros que casi destruye el universo en 2008, Greenspan dijo ante el Congreso que los derivados implicaban un riesgo "insignificante"; su testimonio fue una de las razones fundamentales para que el Gobierno mantuviera la desregulación del mercado de los derivados.

Su confusión sobre la burbuja tecnológica de finales de los noventa es legendaria (más sobre esto en un momento); Greenspan también cayó por completo en la paranoia del efecto 2000, e incluso al principio de la presidencia de George W. Bush llegó a decir en voz alta que le preocupaba que se liquidara la deuda nacional demasiado deprisa.

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[1] Lincoln Savings and Loan fue comprada por comprada por Charles Keating en 1984 y quebró en 1989, en medio de un escándalo que involucró a senadores y sospechosas desregulaciones.

Antes de ser ratificado como presidente de la Reserva Federal en 1987, nombrado por Ronald Reagan, Alan Greenspan recibió una paliza del senador por Wisconsin William Proxmire, quien leyó las predicciones fallidas de Greenspan una por una, lo que no evitó que Greenspan accediera al trono de la Fed.

Supongo que, después de todo, el nuevo libro de Greenspan sí será de utilidad - cualquier predicción que salga de ahí, sabemos que ocurrirá todo lo contrario.

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